domingo, 14 de septiembre de 2014

El Proceso

Cómo ya lo mencioné en mi anterior entrada, todo comienza con una intención. La intención nació, se convirtió en ilusión, pero esa ilusión estaba lejos de ser realidad. Y como también ya lo mencioné, una cosa se compone de minúsculas cosas.
No he decido si creer o no en el destino, es algo que en lo que no me quiero desgastar pensando, pero en lo que sí estoy segura que creo es que cada suceso sucede simplemente porque tiene que así suceder.
La intención, el deseo estaba vivo: vivir la experiencia de Vivir en otro país.
Así pues, un día cualquiera a mediados de mayo 2014 tuvimos que asistir a una cita para tratar un tema que no viene a colación. En ese lugar, en el que ya habíamos estado en varias ocasiones anteriores, como novedad había un stand con esos famosos papelitos en los que te ofrecen este cielo y el otro; y bueno ahí llegué yo que siempre en mi curiosidad y observación me di cuenta que ese stand estaba nuevo ahí, así que no dudé en acercarme a "chismosear" acerca de qué se trataba la información de los volantes.
El volante no ofrecía este cielo y el otro, pero sí ofrecía los servicios de una agencia de representación para aquellas personas que desean estudiar francés en Francia. Evidentemente, esto llamó mucho mi atención pues en el último año habíamos estado estudiando francés y teníamos cierto nivel. Y bueno, todo ya está dicho y se puede concatenar, yo adoro estudiar, yo quería vivir la experiencia de vivir en otro país, quiero perfeccionar mi francés. Y voila, ahí estaba todo en uno. En el papel de información se enfatizaban en los costos de estudiar pregrados o posgrados en Francia, claramente por mucho, mucho más económicos que en mi país.
Por tanto, tomé el volante para estudiarlo con más detenimiento en la casa y buscar información, a ver si es verdad tanta maravilla que se exponía ahí era verdad. Y efectivamente eso hicimos, buscamos información. Y efectivamente, al parecer (no lo he comprobado aún) no es nada caro estudiar en Francia, pues el gobierno subsidia el 90% de la educación y el 10% lo asume el estudiante. Así que haciendo cuentas, la maestría (2 años) que yo quisiera estudiar en mi país en una "buena" universidad me podría costar cerca de $ 20 -30+ mm que en dólares (por sí hay alguien acá que lee esto y no es de Colombia) es algo así $15.000. Lo que es demasiado y más sí nos contamos por dos. En Francia, por lo que pude averiguar, los mismos 2 años pueden costar $ 3 mm es decir $ 1.500 (On va voir, cómo se dice en Francés).
Llamé a la agencia de representación, pedí una cita y asistimos. La persona que nos atendió nos explicó que para entrar a estudiar directamente una maestría tendríamos que tener un nivel b2 de Francés en los exámenes Delf o Dalf que son aquellos que las universidades francesas piden a los estudiantes extranjeros. "Desafortunadamente", nuestro nivel es b2 pero según un examen diferente, por lo que ésta persona nos aconsejó, o bien venir a Francia a estudiar el francés y presentar el examen aquí y luego hacer los trámites para la inscripción a la maestría en la universidad o bien estudiar allí, hasta tener el nivel b2 para hacer la inscripción desde allá. 
Con esto, la flauta me sonó... Vámonos a Francia a estudiar Francés, ¿Qué mejor lugar para estudiar Francés si no es en su cuna?
Y como las cosas grandes se componen de más pequeñas, empezamos a alistar todos los documentos necesarios. Primero hacer la inscripción a la Universidad. En este caso en la Universidad de Poitiers. Y escogimos ésta universidad nada más porque la persona en la agencia nos aconsejó. Y sí, hicimos todo el proceso por medio de una agencia. Pero quiero dejar constancia acá, que no es necesario. Qué si hubiera tenido más tiempo, todo el proceso lo hubiera hecho por mi propia cuenta. Pero ya está, lo hicimos así y así estamos acá.
Después de hacer la inscripción y que la universidad aceptará la inscripción, preparé:
-Certificado de fondos: certificado que la cuenta de ahorros de mi banco es mía y que tiene el dinero para sobrevivir el tiempo estimado.
-Las notas de lo último de lo que sea que hayas cursado. Es decir, sí lo último que cursaste es un pregrado entonces las notas del pregrado, sí es un posgrado las notas del posgrado y así.
-Los extractos de los últimos 6 meses.
-Certificación laboral.
-Fotocopias de los diplomas: Colegio, universidad y el último obtenido con su respectiva apostilla.
-Reservación del hotel por 20+ días.
-Una foto.
-CV.
-Carta de motivación en francés y en español: el porqué quiero ir a estudiar en Francia. Debe ser en una hoja con una breve explicación del porqué.
Todo se va utilizar para abrir la cuenta en campusfrance (http://www.colombie.campusfrance.org/). Qué sí no entendí mal, campusfrance estudia todas las peticiones de las personas que desean estudiar en Francia, para determinar sí son reales o no. Es una entidad aparte de la embajada Francesa pero que trabajan juntas de la mano. Campusfrance es únicamente un requisito para los que van a estudiar no para los que van a hacer turismo o trabajar. Así que uno debe abrir una cuenta en su sitio en Internet, llenar un formulario allí y subir algunos documentos, luego de esto ellos ponen la fecha y hora de la entrevista.
Allí asistí y en mis adentros me dije: hum! ¿Y cómo me voy a hacer entender sí me preguntan en Francés?. Sentí cierta preocupación por eso ya que llevaba cerca de 6 meses sin practicar y sin estudiar y evidentemente cuando algo no está bien arraigado en tu mente es más fácil olvidar. Pero mi temor era infundado porque todas las preguntas fueron en español y fue una buena entrevista, yo lo sentí así. La persona que me entrevistó me hizo unas cuantas recomendaciones para cuando yo llegara aquí a Francia, lo que fue una buena señal.
Al siguiente día tendría la cita con la embajada. Son dos citas diferentes, primero campusfrance y luego la embajada. La embajada es quien tiene la última palabra de otorgar o no la visa. Pero según mi parecer mucho depende o casi todo, de cómo haya salido la entrevista en campusfrance.
La cita en la embajada no estuvo nada mal. Dos, tres preguntas y ya está. Allí me dijeron que máximo en 10 días hábiles me mandarían el pasaporte a mi casa con la visa o sin ella.
La entrevista en campusfrance fue el 30 y la de la embajada el 31 de julio y el día lunes 4 de Agosto ya estaba el señor de la firma de entregas buscando por mí para entregarme mi pasaporte en mi casa. Ese día, no lo pude recibir, pues yo no estaba y éste era un trámite meramente personal, nadie más lo podría recibir. Así que esa noche, traté de dormir y dormí bien.
Al siguiente día, esperaba de nuevo la entrega y a las 11:45 am llegó. Recuerdo bien la hora, ya que el día anterior llamé yo a la firma de entregas para averiguar a qué horas la persona iba a venir a mi casa para entregarme mi pasaporte, y ésta persona me dijo que en la mañana de 8:00 - 12:00. Así que eran las 11:45 y en vista que nadie llegaba decidí llamar y cuando estaba justo por preguntar sonó el citofóno de la portería de mi conjunto: el repartidor de los pasaportes había llegado.

sábado, 13 de septiembre de 2014

La Intención

Siempre he creído que una cosa está compuesta de muchas cosas más pequeñitas. Bueno, no he descubierto nada nuevo, de hecho es así; yo soy una cosa, pero estoy compuesta de infinitesimales átomos y así va en todo o al menos eso creo yo.
 
En alguna parte leí o alguien me lo habrá dicho que uno debe siempre emprender camino y perseguir sus sueños.
 
Yo he tenido y tengo muchos sueños: cosas que quiero hacer, caminos que quiero recorrer, lugares que quiero conocer... y a pesar de esto, algo en esa frase simplemente no me cuadra, no tiene sentido para mí del todo.
Y es que simplemente no estoy de acuerdo con eso de perseguir. Perseguir para mí es como que yo debo ir desesperadamente en una carrera de obstáculos tratando de alcanzar aquello deseado, y éste a su vez está corriendo desesperadamente para no dejarse alcanzar, lo que a mi parecer está muy alejado del significado de gozo que debería ser alcanzar un sueño, pues no es más que fatigante, agobiante y frustrante.

En cambio a eso, más bien yo creo o he empezado a creer (puede que mañana tenga otro parecer) que los sueños no se persiguen, simplemente se crean, y el primer lugar de la creación de un sueño es la mente. Y como quien siembra una planta, simplemente se pone la semilla en la tierra y se cierra... al final no sabemos si la planta va a crecer o va morir sin haber visto la luz del sol, esto dependerá de muchas cosas, cosas que ni siquiera pueden estar al alcance de quien sembró. Quizás sí nazca la planta y llegue a ser un gran árbol y el día que se esperan manzanas dé mangos... nada se sabe y nadie lo sabe... solo se sabe la intención, solo se conoce el sentimiento al momento de sembrar, al momento de fabricar.
 
Así pues, nació en mí la intención, luego en los dos... y haciendo caso a muchas recomendaciones de personas y de libros y cosas así, decidí como dicen las abuelas poner todo en manos de Dios; Soltar.
 
Me planteé la posibilidad y no era para nada descabellado pensar y mucho menos hacerlo: irnos a vivir a Francia un año. (Y si se dan las cosas más tiempo, eso es un tema suelto también) y por qué no?
Cuando estaba en sexto grado ¡eso hace uhhhh de tiempo! me fue muy mal en el colegio. Y es que realmente yo no entendía por qué razón debía sentarme al frente de un tablero a ver escribir a alguien y escucharle hablar. Así que andaba como veleta dando vueltas por el salón y no poniendo pite de atención. Hasta cuando llegaron las notas. En ese momento definitivamente pensé que yo debo ser buena para otra cosa menos para estudiar. Cosa que cambió gracias a mi madre que con mucho "cariño" me recordó que si no “pasaba el año" no me daría más estudio y tendría que ponerme a cocinar yuca para darle de comer a las gallinas.  Y bueno, eso fue como agua bendita... me despertó de mi letargo y de mi pereza intelectual y me he puesto a estudiar. Obviamente no estudié por las motivaciones apropiadas, sino simplemente por el temor de tener que cocinarle a las gallinas.
Todo este cuento y retahíla lo conocen muy bien mis familiares y amigos que a su vez saben muy bien que no sé cocinar y tampoco quiero aprender.  Y todo este cuento y toda esta retahíla va nada más porque cuando fueron esos momentos angustiantes de presentar los exámenes de habilitación de matemáticas e inglés para pasar el año, tenía yo que estudiar lo visto durante todo el año en cada materia en tan solo un mes... y con tan solo 10 años se me ocurrió lo más brillante que a esa edad se me puedo haber ocurrido, a mí solita en mi introspección, "Si alguien ya pudo, porqué yo no?". Y era así y es así. En ese momento lo pensé y en ese momento me convencí que mi materia gris, puede que no sea la misma que la de los demás pero, fue hecha para funcionar relativamente igual y yo tendría que encontrar la forma de hacerla servir. Y voila, aquellas habilitaciones las pasé tan altas que nadie se lo podía creer incluyéndome a mí: 9,7 en Matemáticas y 8,5 en Inglés en la escala del 1-10. En ese momento me salvé, me salvé que mi destino fuera el de cocinarle yuca a las gallinas y lo que eso significa.
Así pues, cuando me planteé la posibilidad de venir a Francia a vivir la vida por un año o más, siendo algo que siempre deseé, algo que siempre quise.... llegaron los temores y la desconfianza y por supuesto también los pensamientos de comodidad y conformismo que fueron implacables. Y todo esto es normal, ahora lo sé. Sentir preocupación o ansiedad hacia lo desconocido es de todos y hasta al más fuerte o al que parece ser, siempre habrá algo recóndito que se arruga al emprender hacía lo desconocido. Pero la gracia y el poder están en sobreponerse a eso y en pensar "Si alguien ya pudo, porqué yo no?".
Así pues, surgió la intención. Se sembró en los dos, en mi esposo y en mí. Algo que él deseaba también y como él mismo lo ha dicho, quizás esto es algo que no se hubiera atrevido a hacer solo.
Poco a poco, la intención fue creciendo y hubo muchas manitas involucradas ahí, amigos quienes nos motivaron y como es popular en nuestra tierra decir amigos que "nos dieron la patadita de la buena suerte" al punto que la intención se hizo ilusión y se aclaraba el camino.
Todo se soltó, todo el proceso. Y dije, sí sale la visa bien y sí no, pues también bien. Consciente que solo hay una Francia en el mundo, pero aún más consciente que Francia no es el mundo entero y el resto está a mis pies.